miércoles, 21 de abril de 2010

El mundo al reves

Hace varios días que no me sentaba en mi rincón, como diría una buena amiga. Hoy lo hago indignado, extrañado, atónito y asombrado. Cuando comencé con este blog quería escribir mis sentimientos y mis pensamientos en un tono alegre y con una pizca de ironía y sarcasmo. Hoy me temo que el asunto no me va a permitir ese tono, aún así creo que vale la pena.

Estamos asistiendo estos días a algo que, dentro de unos años, con más perspectiva, la mayoría sensata catalogará como espectáculo esperpéntico y bochornoso. Sería para echarse a reir si no fuera por la importancia del tema y las consecuencias que se derivan.

Me refiero al posible procesamiento del juez Garzón por parte de la sala penal del Tribunal Supremo. Esto en sí mismo puede parecer de lo más normal en un estado democrático pero cuando profundizamos vemos algunas cosas preocupantes.
La querella la han interpuesto grupúsculos de extrema derecha como Falange y Manos Limpias, "herederos", precisamente, de quienes asesinaron impunemente a los miles de compatriotas a los que Garzón intentaba desenterrar de cunetas y zanjas en el campo. Cadáveres repartidos por toda la geografía peninsular a los que ahora sólo se pretende dar cristiana sepultura, como dirían los "papones" de turno.

Parece que hemos hecho una brillante "transición" en todos los campos y en todos los sectores salvo en el de la magistratura. Si vemos como han saltado las alarmas y los obstáculos en cuanto se ha querido "tocar" algo relacionado con los vencedores de la nefasta e infame guerra, se podría pensar que en lo que se refiere al poder judicial, un poder nada pequeño por cierto, si hay algo de aquello de "lo dejo todo atado y bien atado".

Por otra parte es indignante ver como aquellos que no tienen prácticamente ningún apoyo entre la población, que son incapaces de convencer, que no tienen un sólo diputado (Falange tuvo 13.000 votos en las últimas elecciones y 10.000 en las del 2004)en cambio consigan una fuerza en el poder judicial que no les corresponde. ¿Quién representa en la magistratura al resto de la población, a quienes sí aceptamos las reglas de la democracia?.

Garzón ha podido tener actuaciones polémicas. De hecho quienes ahora le critican, hace años le jaleaban y viceversa. Pero las actuaciones polémicas son una cosa y la prevaricación otra, es algo muy gordo, probablemente la peor acusación que se le puede hacer a un juez. Para que se produzca es necesario y debe quedar palpable que la interpretación de la ley por parte del acusado no puede justificarse por ninguna de las reglas de la interpretación comunmente aceptadas. Y no es el caso, al menos 3 magistrados de la Audiencia Nacional consideraron que Garzón podía seguir investigando los crimenes franquistas. Ademas de una jueza de Granada y un juez de Segovia. Desde el momento que una minoría de jueces interpreta la ley como Garzón, la prevaricación deja automaticamente de existir.

Fuera de España, sin duda lo han visto claro. Ahora mismo la justicia española debe ser el "hazmereir" de todos. Primero por la descabellada idea de que pueda producirse el delito de prevaricación. Segundo por no ser capaz de ver que tan sólo se esconde un poco de humanidad en el hecho de querer desenterrar al marido, al padre, a la hermana y sacarlos de zanjas, cunetas, descampados para que "reposen en paz".
Señor Varela, y si fuera su padre, su abuelo, su hermano el que estuviera enterrado en alguna de esas numerosas fosas comunes, su criterio ¿sería el mismo?.

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